Una vez por mes subiré alguna anécdota patética (donde yo le doy peso al adjetivo),
que contada suele ser graciosa y tipeada veremos cómo queda.

viernes, 23 de diciembre de 2016

La 77.

Vos no queres que la fiesta termine. Ella te encanta. Es más joven, linda, sexy, canta. Escribe canciones que son para vos. Te canta a vos. Pero no está con vos. Está por ahí, de gira. Y a vos te encanta. 
Cuando la podés ver siempre es a las apuradas, o algo malo pasa. También la ves y te sugiere tal o cual cambio. No tiene amigas y el mundo gira en torno a ella. Su familia está presente y se mete; hasta el primo se mete. Y vos estás ocupado en lo tuyo, pero siempre la tenes en mente. La ves en la tele. La ves en los posters. La escuchas cuando canta. Cuando te llama para que se vean, se frena el mundo. Te encanta mal.

Después está la otra. Es más joven que vos pero más grande que la primera. Es linda, seria, profesional. Se enoja con tu rock pero con el tiempo te das cuenta que le encantas. También te das cuenta que es ésta la que siempre está y se ocupa. Te quiere como sos. 

Las dos te quieren a su manera. Pero la primera duda, no está. La segunda siempre está. Para la primera sos un inflador anímico, un capricho. La segunda te quiere en serio y te sigue hasta las estrellas.

Vos sos un poco miope y tontolón, pero a la larga te tenes que dar cuenta. A veces al caminar juntos en una noche lluviosa, con una promesa de tomar té juntos, es más que suficiente para que te des cuenta que te tenes que quedar con la que sabe lo que quiere.

Quedate con la que te prepare un picnic en el parque y te espere todo el día. Quedate con la que piensa en lo que te gusta. Quedate con la que tenga amigas y un mundo propio. Quedate con la que compartas pasiones y con la que puedas vivir con diferencias. Quedate con la que respetes. Con la que mires y pienses: “Qué grossa”. Quedate con la que respete lo que para vos es muy importante. Quedate con la que no te quiera cambiar demasiado. Quedate con la que te quieras cojer en una escalera y en todos los ambientes de una casa. Quedate con la que quieras cuidar cuando se enferme. Quedate con la que te babea y se despierta con lagañas, y todavía te parezca cute.

La fiesta no tiene porque terminar. La fiesta la podes compartir con ella.


Para todas las Lisas del mundo. Ojalá que encuentren a su Rick, o lo que les guste.



Texto: Leandro Paolini Somers.
Ilustración: Lucas Varela.