Una vez por mes subiré alguna anécdota patética (donde yo le doy peso al adjetivo),
que contada suele ser graciosa y tipeada veremos cómo queda.

lunes, 20 de julio de 2015

La Reina del Porno.

Tener un amigo famoso, que te saque una foto en Instagram (y te etiquete), tiene más éxito que un año entero en Tinder. Así fue que conocí a Jazmín. Mi amigo famoso me sacó una foto luego de entrenar y a las horas se disparó mi cuenta de Instagram, con solicitudes de conectarse. Acepté a las mujeres más lindas. Amigos me sobran y amigas también. La única verdad es la realidad.
Esta flaca me empezó a seguir, gustar muchas de mis fotos, y como soy un atrevido, un día le mandé un mensaje privado. Al rato ya estábamos whatsappeando. Por suerte ella también se enganchó con este blog y trascendí el ser “el amigo de” para convertirme en “el del blog”. Sin embargo, me advirtió que era muy fan de mi amigo, que lo seguía desde sus novelas juveniles y que la hacía reír con cada aparición televisiva que él tenía. Marche una stalker a la mesa 4…
Cuando comenté esto al resto del Entourage, todos dijeron: “Es una loca, da stalker, no le interesas vos sino que está con el amigo de…”. Por suerte ya aprendí a convivir con eso y no tengo tanta moralina como para no atreverme a conocer a alguien nuevo. Sea como sea. Y además me puedo cuidar bien.

Aunque seguimos chateando esporádicamente, yo estaba muy ocupado y no la podía ver, y además ella tuvo comentarios como: “hace mucho tiempo que no estoy de novia”, lo cual me daban ganas de mudarme a Malvinas. Pero coraje me sobra y el tufillo de la aventura me atrae, entonces continué mi vínculo digital. Nos toreábamos en relación a cómo iba a ser nuestro encuentro y ella confesaba “bancársela mucho y con el alcohol también”. Con comentarios así tuve que reorganizar mi agenda lo antes posible. Sentí que podíamos saltear la escala de ir a tomar algo a un bar y por eso la invité directamente a cenar a casa. Accedió. Me preparaba a otra conquista, completamente desconocida, iba a saltar al vacío sin red nuevamente y con el agregado de que mis amigos me decían que no lo haga por la inseguridad de toda la cuestión. Pero así y todo ultimé detalles y coordiné para que haya un encuentro en breve.
Lamentablemente una tragedia familiar personal se interpuso y no nos pudimos ver. Y luego ella se fue de vacaciones a Europa. El contacto mermó y por un tiempo no supe qué era de su vida. Pensé que no la iba a ver y todo iba a quedar en la histeria que suele abundar en redes sociales y en encuentros con flacas que creen que por tener un amigo famoso uno les garantiza el pasaje a una mejor vida.
Pero el contacto se reanudó y mientras viajaba por Europa, me contaba sus experiencias sexuales allí: que un polvo rápido en un callejón en Roma, que una tarde con otros dos en una oficina en París…esta chica era como la versión femenina de Mis 76 Mujeres y en cualquier momento me iba a salir con una competencia a lo Mis 76 Hombres!
Su contacto era gracioso y concreto, poco histérico, se confesó ninfómana y que le encantaba cojer. Se estaban montando buenas bases para un encuentro explosivo. Desde distintas ciudades del viejo continente me mandaba fotos de artículos que entraba a comprar a sus sex shops: que lencería por acá, que gel intimo por allá, que mirá qué buena está esta estatua! Así la calentura iba subiendo y yo creía que el día que nos viésemos íbamos a mover el eje de la rotación de la tierra.
Sus fotos no cesaban y ahora era ella la que posaba con la lencería que había comprado, desde algún hotel sórdido de Europa. Recordemos que yo no la había visto, ni había hablado con ella aún. Pero igual ella seguía militando en sex shops y me confesó que le calentaba garchar con películas porno de fondo: ¡Era la autentica Reina del Porno!

Finalmente regresó a Buenos Aires y se dio que yo justo estaba por su barrio un fin de semana, así que no quisimos esperar más y nos vimos en un bar. Me tribuneó con una remera de Thor y agradecí el gesto. Hablamos algo, pero a veces suele haber una química física en las personas donde hablar está muy de más, así que empezamos a chapar en el recinto al límite que nos echen. Lamentablemente estábamos en un barrio bien donde no hay telos y ninguno disponía de un departamento por allí, y como no estábamos en Roma, no me la pude garchar en un callejón y tuve que esperar a un próximo encuentro.
Esa semana de espera fue el horror porque al confesarse ninfómana me decía que quería sexo todo el tiempo y que esperaba que yo me la bancase porque ella iba por todo. Todo. Pavada de desafío…
Me contaba que como no podía parar de pensar en sexo y en mí, se tocaba en el baño de su trabajo y en la ducha de su casa, ya que vivía con sus padres y no quería que escuchen sus gemidos…Estuvimos toda esa semana mandándonos mensajes que sonrojarían al Sr. Grey…

Jazmín también daba rienda suelta para que uno juegue dentro de los confines del S&M. Ya lo había dicho, venía por todo. Todo.

Llegó el viernes a la noche, y en la primera impresión la vi fumando seria y nerviosa en el hall de entrada de mi edificio. Se había prendido la primera luz de alarma. Arranqué con un: “Hola. ¿Todo bien?”, “Sí, sí, todo bien”, contestó con la cabeza gacha y entró en el ascensor. Casi no hablaba y apenas contestaba lo que yo preguntaba, para remar algún tipo de conversación. ¡Necesitábamos alcohol ya!
Se sentó en el respaldo del sillón mientras yo preparaba una picada y tragos. Prácticamente no había levantado la vista, no había mirado mi departamento y su diálogo era telegráfico. “Nuevamente, hoy seguro no cojes”, pensé.
Con algunos tragos encima y mi simpatía en esteroides, remando el Niágara cuesta arriba, empecé a flirtear en una llamarada de gloria, en un a todo o nada, total estaba jugado. ¿Dónde estaba la osadía de sus fotos en bolas? ¿Dónde había quedado su desafiante faceta de ninfómana? ¿Dónde habían llevado a la Reina del Porno y me habían traído a esta piba?
Decidí que el tiempo pasaba y mandé a cabecear al arquero en un corner: la arrinconé en la cocina y empezamos a chapar. La toqué y estaba empapada, se abrían las puertas del Nirvana.
Y ahí yo hice una jugada arriesgada, yo me puse en Mr. Grey, la tenía que descolocar de todo lo que pasaba y meterla en una ficción para sacarle presión. Así que me senté en el sillón y le dije: “Vas a ir a la cama y me vas a esperar como querés que te coja. Cuando estés lista, me llamas”.
Ella se dirigió hacia la cama y yo pensaba: “O soy un genio, o agarra su cartera y se va, y finalmente me recibo de boludo”. Pero por suerte logré escuchar un: “Listo”. Me acerqué a mi cama y la encontré desnuda y en cuatro, con cara de ninfómana. Había regresado. Miré al cielo y le agradecí a Odín por otro favor más. Sin embargo, a medida que me iba sacando la ropa para entrar y romper todo…me di cuenta que yo estaba sufriendo una tragedia en el peor momento. Tenía a una ninfómana de menos de 30, en cuatro y en bolas, y a mí la UOM del pene me decretó un cese de actividades: Sí, Sras y Sres, no se me paraba.
Esa extraña situación no le es ajena a los hombres ante tanta presión y debo confesar, que como los mundiales, por suerte me pasa poco y más o menos cada cuatro años. Pero me pasó esa noche. No la podíamos creer.
La Reina del Porno la remó, hizo de todo, yo también, con porno de fondo, con elementos de S&M, con otros recursos…pero una verga erecta es una verga erecta y esa noche la tortuga no quiso salir del caparazón, el general no quiso salir del cuartel, etc.
No nos quedó otra que después de accionar lo alternativo, nos quedásemos en la cama fumando y hablando. Incluso se quedó a dormir y por la mañana hubo un mañanero que me redimió…pero apenas. La final del mundo había sido a la noche y yo la pechee. Fui Pastore.

Quedamos en vernos y por alguna u otra razón no nos volvimos a ver. Mientras tanto Jazmín se fue del país y sigue con sus aventuras ahora en Barcelona. Mi contrapartida sigue juntando experiencias.

Asi que ya saben, vivan su vidas en paz porque todavía no sacamos a la tierra de su eje con un garche digno. No nos volvimos a ver, aún.

Por suerte el incidente no se volvió a repetir con otras. Calculo que para el 2019 volverá una noche de maldición. Mientras tanto, me sigo revolcando y tropezando para su perverso entretenimiento de mis desventuras. Alguien lo tiene que hacer ;) ¡Buenas noches!



Texto: Leandro Paolini Somers.
Ilustración: Jok LP.